Todas estas sustancias en conjunto provocan una 𝘀𝗲𝗻𝘀𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲 𝗳𝗲𝗹𝗶𝗰𝗶𝗱𝗮𝗱 𝘆 𝗿𝗲𝗱𝘂𝗰𝗲𝗻 𝗹𝗼𝘀 𝗻𝗶𝘃𝗲𝗹𝗲𝘀 𝗱𝗲 𝗲𝘀𝘁𝗿𝗲́𝘀.

Además de por supuesto el efecto de estar expuestos a mayor cantidad de luz solar y una temperatura más alta, hay muchos estudios interesantes que hablan sobre la psicología del color en nuestro cerebro, particularmente a nivel del estado de ánimo.

En primavera naturalmente nos sentimos más inspirados a vestirnos con colores alegres y sin darnos cuenta nos mimetizamos con la naturaleza.

 ¿Has notado que durante el otoño y el invierno las personas usan mucha ropa de color oscura (sobre todo marrón o negro)?

Es nuestra tendencia natural, pero 𝗽𝗼𝗱𝗲𝗺𝗼𝘀 𝗮𝘆𝘂𝗱𝗮𝗿 𝗮 𝗵𝗮𝗰𝗸𝗲𝗮𝗿 𝗻𝘂𝗲𝘀𝘁𝗿𝗼 𝗰𝗲𝗿𝗲𝗯𝗿𝗼 𝘆  𝗻𝗲𝘂𝗿𝗼𝘁𝗿𝗮𝗻𝘀𝗺𝗶𝘀𝗼𝗿𝗲𝘀 si en estos períodos del año agregamos algo de color al vestirnos, así sea un accesorio.

Al mirarnos al espejo vestidos de colores alegres  se produce un aumento en los niveles sanguíneos de estas poderosas sustancias con efectos beneficiosos para nuestro cuerpo.

¿Probarás este truco?